NOTA DE PRENSA
Hay que recordar que hasta ahora Trubia no tenía este medidor, que empezó dando datos esta semana, a pesar de que era evidente esta contaminación en la localidad, el Principado de Asturias ocultaba hasta ahora el problema al tener la estación de control en el Villar alejada y mas elevada que la población, sin medidor de benceno, ha sido el Ayuntamiento de Oviedo el que atiendo nuestra petición costeando el traslado la estación a las piscinas y costeo el nuevo medidor de benceno, que ha demostrado lo que veníamos denunciado, la disparada contaminación en la zona de este peligroso contaminante. A la misma hora de alcanzar este disparate de valor, en la única estación de Oviedo que hasta ahora medía el benceno que era la de Ventanielles daba un valor de 0,38 µg/m3 , por lo que el valor de Trubia es un 7200% mas.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) ha determinado que el benceno es un carcinógeno para los humanos, y puede causar varias formas de cáncer debido a una exposición prolongada. De acuerdo con la IARC, el benceno es con frecuencia considerado como la "madre de todos los carcinógenos," dado que un gran número de carcinógenos tienen estructuras que incluyen anillos de benceno. Diversos estudios de personas expuestas a altos niveles de benceno muestran su asociación con el cáncer de la sangre (leucemia); incluyendo leucemia aguda mielógena, leucemia aguda linfocítica, y leucemia crónica mielógena. Leucemias relacionadas con el benceno se han reportado como enfermedades que se desarrollan en un tiempo tan breve como nueve meses, y puede permanecer latente tanto tiempo como 25 años después de la exposición inicial.
La exposición a una pequeña cantidad de benceno puede causar desórdenes temporales del sistema nervioso, depresión del sistema inmunológico y anemia. Una breve exposición afecta inclusive la piel, ojos e irritación del tracto respiratorio, dolor de cabeza, irritación del estómago, somnolencia y mareo. Los altos niveles a la exposición pueden dar como resultado la aceleración de los latidos del corazón, hemorragias excesivas, temblores, vómitos, pérdida de la consciencia y muerte. El benceno puede causar efectos dañinos en la médula de los huesos, y puede causar un decremento en las células rojas de la sangre conduciendo a la mielofibrosis y el síndrome mielodisplástico.
Aunque la relación entre la contaminación del aire y los efectos en la salud es compleja, es evidente que los peligros ambientales causan efectos adversos para la salud de los que los padecen. Algo que parece que el Principado no comparte, porque para ellos la contaminación del aire no existe, es un invento de quienes nos quejamos, aunque las evidencias científicas del impacto a la salud cada día es más apabullante.
Está claro que el Gobierno de Asturias tiene que asumir sus responsabilidades y trabajar para que se reduzca estos niveles elevados de contaminantes que lleva años ocultando por el impacto que supone para sus vecinos.
Coordinadora Ecoloxista d’Asturies
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