Recopilatorio de documentación sobre efectos sobre la salud de la contaminación electromagnética

Comentarios de Rubén García González, de la Plataforma Escuelas sin Wifi de Asturias:

Nuestro objetivo es la  puesta en marcha de las recomendaciones de organismos e instituciones de la UE (cableado), basadas en información de calidad contrastada, acerca de cómo prevenir los riesgos de la exposición a radiaciones electromagnéticas de radiofrecuencias, haciendo especial hincapíe en las tecnologías inalámbricas (Wi-Fi, teléfono inalámbrico, teléfonos móviles, inteligentes, tablets, …) dado que con el Programa Escuela 2.0 se han desplegado sistemáticamente antenas Wi-Fi en los centros escolares públicos. También este despliegue se está dando en nuestros hogares, estando como consumidores totalmente desinformados de estos riesgos. Solo desde la perspectiva dada por información veraz e independiente podremos estar en condiciones de analizar y gestionar los riesgos, además de poner en marcha medidas preventivas de reducción de las radiaciones mediante la aplicación de códigos de buenas prácticas.

Estamos hablando de salubridad y seguridad frente a una tecnología como es la inalámbrica, con respecto a la cual no se puede contar con ninguna seguridad respecto a la exposición crónica a sus radiaciones, tal y como afirma el Informe Bioinitiative, más cuando además sabemos que los jóvenes son uno de los sectores más sensibles a este tipo de radiaciones.

El Informe internacional Bioinitiative es el documento más completo que se haya hecho hasta el momento acerca de las pruebas de los efectos nocivos de la exposición a las radiaciones electromagnéticas sobre la salud humana, habiendo manifestado el Parlamento Europeo gran interés por el mismo. De hecho este informe está fundamentado en la revisión de más de 2000 trabajos científicos que constatan la existencia de efectos nocivos, fue escrito por 14 científicos, expertos en salud pública y en políticas públicas, entre los que se encontraban expertos de la Agencia Europea de Medio Ambiente, habiéndolo examinado y refinado otros 12 revisores externos. Recientemente se ha publicado la revisión actualizada del Informe Bioinitiative (2012) constatando, en base a la revisión de otros 1800 estudios científicos adicionales, la profundización en la gravedad de las conclusiones del anterior informe, recomendando que se disminuyan drásticamente y con carácter urgente los límites máximos de exposición a radiofrecuencias marcados en el anterior informe, los cuales ya eran decenas de miles de veces inferiores a los que pemiten nuestras legislaciones.

Tal y como afirma el proyecto de resolución del Consejo de Europa «Peligros potenciales de los campos electromagnéticos y sus efectos en el medio ambiente» en la sección de motivos del Ponente Sr. Huss (apartado 21): «El representante de la Agencia Europea de Medio Ambiente, organismo oficial consultivo de la UE, concluyó la necesidad de medidas preventivas eficaces para proteger la salud humana (de los campos electromagnéticos) y así evitar escándalos empresariales como las dolorosas crísis de salud del amianto, el tabaco, el plomo, los PCB y otros. Analizó de forma convincente los métodos científicios de evaluación en curso y los diferentes niveles de evidencia para concluir que los índices de pruebas eran actualmente suficientes para reclamar la actuación de los gobiernos y los organismos internacionales, sobre la base del Informe Bioinitiative y de una importante monografía de estudios científicos aun más recientes del Instituto Ramazzini de Bolonia (Instituto Nacional para el estudio y el control del cáncer y de las enfermedades ambientales de Bolonia Italia, publicada en 2010)».

De la interacción del Informe Bioinitiative y del Principio de Precaución como pilar básico de las políticas de salud y medio ambiente de la UE, surgen las recomendaciones de la Resolución 1815 del Consejo de Europa, entre la que se incluye cablear las aulas y nuestros hogares como alternativa segura al Wi-Fi  y los teléfonos inalámbricos. Además el cableado es una alternativa superior técnicamente hablando, por la mayor velocidad y seguridad en la transferencia de información, además de la menor caída de conexiones.

Se puede considerar pues lógico y necesario no asumir este escenario de riesgo, alimentado por el uso de tecnologías inalámbricas que no han seguido un estricto protocolo de seguridad acorde con el daño potencial (dado que toda la población está expuesta a las mismas) y con el principio de precaución, habiendo salido al mercado sin las preceptivas garantías sanitarias, sin estar suficientemente investigadas y experimentadas desde el punto de vista de la nocividad sobre la salud pública.

Es muy grave la situación, dado que sobre la base del Informe Bioinitiative «en septiembre del 2007 la Agencia Europea de Medio Ambiente recomendó a los 27 estados miembros que adoptasen medidas para una mayor protección del público», recomendando además establecer recomendaciones públicas por parte de los organismos sanitarios oficiales acerca de la difusión de los límites de radiación procedentes de la Agencia Europea de Medio Ambiente, además de que el Parlamento Europeo encargó a su presidente que transmitiera la Resolución de abril del 2009 sobre las consideraciones sanitarias relacionadas con los campos electromagnéticos al Consejo y a la Comisión, así como a los Gobiernos y  Parlamentos de los Estados Miembros, al Comité de las Regiones y a la OMS, tal y como dice el artículo 29 de la Resolución.

Por lo tanto, tanto el Gobierno central como el autonómico y algunos gobiernos locales estaban al corriente, llevando no obstante adelante el despliegue de tecnologías inalámbricas de trasmisión de datos como el programa «escuela 2.0», conectándose el alumnado de los quintos y sextos de primaria y primero y segundo de secundaria a la red vía wifi,  radiando con microondas a toda la población escolar de los centros escolares públicos, dañando irreversiblemente su salud, dado que los efectos de las microondas se acumulan en el organismo.

Tampoco variaron los topes de radiación de nuestra legislación estatal para campos electromagnéticos de radiofrecuencias (1000 microwatios/cm2 frente a los 0,1 microwatios/cm2 al aire libre, lo cual se rebajaría incluso hasta 0,01 microwatios/cm2 para el interior de edificios, recomendados por la UE). En cuanto a campos electromagnéticos ELF (extra low frecuence, extra baja frecuencia) desde la UE se están recomendando 1 miliGauss (mG) para espacios habitables adyacentes a todas las líneas de alta tensión, así como para el espacio habitable donde circulan niños y/o mujeres embarazadas, frente a los 1000 mG permitidos por nuestra legislación estatal. Ni que hablar de modificar los criterios para el trazado de las líneas de alta tensión, cuando el Informe Bioinitiative señala la existencia de estudios que relacionan aumentos del riesgo de contraer cáncer para niños y adultos que vivan a distancias inferiores a 300 m de líneas de alto voltaje («para niños criados durante sus primeros 5 años de vida en el radio de 300 m de una línea de alto voltaje, el riesgo de desarrollar durante su vida algunos tipos de cáncer es 500 % más alto»).

En relación con la OMS, sus criterios y límites máximos de radiación están obsoletos y erróneamente fundamentados porque tienen en cuenta solamente los efectos térmicos para las microondas y las descargas eléctricas en el organismo humano para los campos electromagnéticos de baja frecuencia (ELF), cuando está suficientemente demostrado que existen efectos biológicos que conllevan graves e irreversibles peligros para la salud, tal y como aseveran la Agencia Europea de Medio Ambiente y el Parlamento Europeo. De hecho en fechas recientes la OMS reconoció su error en la negativa de admitir efectos biológicos por exposición a radiofrecuencias, al clasificar las radiofrecuencias como carcinogénico 2B.

El punto 22 de la resolución del Parlamento Europeo de abril del 2009 «pide a la Comisión Internacional de Protección contra las Radiaciones no Ionizantes (dependiente de la OMS) y a la OMS que se muestren más transparentes y abiertas al díalogo con todas las partes interesadas a la hora de fijar las normas», en la redacción de las cuales tienen demasiado peso las grandes empresas del sector de las telecomunicaciones (en suma tienen demasiado peso los intereses económicos).

Los límites máximos de radiación desplegados por el RD del 2001 del Ministerio de Industria están tomados de la Comisión Internacional de Protección contra las Radiaciones no Ionizantes  (ICNIRP), la cual no defiende los intereses de la ciudadanía de la UE. No defiende nuestros intereses porque, tal y como afirma Jean Huss en el memorandun de la propuesta de resolución de la Comisión de Medio Ambiente de la Asamblea Parlamentaria del  Consejo de Europa, «la ICNIRP es una ONG cuyo origen y estructura no son demasiado claros y que además es sospechosa de tener estrechos vínculos con las industrias cuya expansión está conformada por las recomendaciones de los valores límite máximo de las diferentes frecuencias de campos electromagnéticos». En el documental «Wifi: una señal de alarma» realizado por la BBC en el 2007 entrevistan al máximo responsable de la ICNIRP (Rappacholi). La difusión de este documental causó gran polémica en el Reino Unido. http://www.youtube.com/watch?v=Q4XEG19Z1eg (el documental está dividido en tres partes, 2ª y 3ª arriba a a dcha).

También la anterior Consejería de Educación del Principado de Asturias (gobernando el PSOE) , en su campaña de despliegue de puntos de acceso wifi en las aulas de los centros escolares, afirmó que no está demostrado que estas tecnologías inalámbricas sean perjudiciales para la salud de las niñas y niños*, fundamentándose en el informe emitido por la agencia de salud ambiental y consumo del Principado de Asturias, la cual se refiere a la información de la ICNIRP, además de al CCARS (Comité Científico Asesor sobre Radiofrecuencias y Salud) de la fundación de la Universidad Complutense, cuando entre los promotores de esta última se encuentran empresas de telefonía móvil, empresas de generación y transporte de energía eléctrica (torres de alta tensión, transformadores eléctricos) y empresas de tecnología militar. ¿Acaso es el CCARS una entidad independiente que defienda los intereses de la población mediante la aplicación del principio de precaución?.

(*) Recordemos que el Principio de Precaución, tal y como se define en la Ley 33/2011 General de Salud Pública, se aplica aun en escenarios de incertidumbre  sobre el carácter del riesgo, y por lo tanto es contrario a tener que demostrar los perjuicios de las tecnologías inalámbricas para proteger la salud pública.

Esto solamente lo pueden garantizar los organismos e instituciones que nos representan democráticamente, como el Parlamento Europeo, y que mediante sus recomendaciones están demostrando que están intentando defender la salud pública, gracias a las políticas basadas en el principio de precaución como uno de los pilares de las políticas de salud ambiental de la Unión Europea, estando recogido en el Tratado de Maastrich , por lo cual son de las más avanzadas del mundo. Cuando nos estamos jugando tanto, no se pueden permitir errores, y menos para favorecer a grupos económicos, por mucho dinero que haya en juego…

La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa aprobó el documento 12608, el 6 de mayo de 2011: los peligros potenciales de los campos electromagnéticos y sus efectos sobre el medio ambiente. Informe de la Comisión de Medio Ambiente, Agricultura y Asuntos Locales y Regionales. Ponente: Sr. Jean Huss (Grupo Socialista). Todo él es muy interesante, habiendo salido en prensa porque el proyecto de resolución recomienda la prohibición del wifi, teléfonos inalámbricos de base fija (DECT) y teléfonos móviles en todos los centros escolares de la UE. Uno puede hacerse una idea de la compleja trama de intereses y del trabajo de los lobbies moldeando la realidad a su medida por muy científicia que quieran hacerla parecer, en el apartado 7 de la exposición de motivos (el progreso tecnológico y el crecimiento económico a expensas del medio ambiente y protección de la salud). De hecho, la recomendación de prohibición se ha quedado tan solo en recomendación (juegos de palabras para maquillar la realidad, aunque lo interesante son las razones de fondo).