Nuevo trámite del estudio de impacto ambiental de Mina Julita en Lena y Quirós

Consejería de Economía y Empleo

Servicio de Promoción y Desarrollo Minero

Expediente 28.717

Plaza de España 1-4ª

33007 Oviedo

 

 

 

La Coordinadora Ecoloxista d’Asturies, legalizada el 22 de Marzo de 1990 en la Delegación de Gobierno de Asturias y con el CIF G-33247891, con domicilio a efectos de notificaciones en la calle Padre Teral nº 26-Q, de Villalegre-Avilés en Asturias 33403. En su representación, Fructuoso Pontigo Concha, con DNI: 11393200N.

 

Con motivo del nuevo trámite del estudio de impacto ambiental del proyecto de explotación Sección D Julita para labores mineras de interior en Lena y Quirós publicado en el Bopa del pasado 26/09/2013

 

 

EXPONE:

 

Queremos trasladar nuestra queja sobre que esta Consejería no atendiera nuestras diversas peticiones de colgar en la Web la información de este estudio para facilitar las alegaciones.

 

 

– CONTEXTO.

 

Sorprende que durante un proceso de cierres de minas existentes subterráneas que están mecanizadas se pretenda abrir una nueva de montaña, sin una adecuada justificación del proyecto y del porqué de esta singularidad.

 

– En el momento en que presentamos estas sugerencias la participación del carbón nacional en el mix energético nacional para la generación de electricidad según los datos de Red Eléctrica es anecdótica, y no parece que vaya aumentar en el actual contexto de aumento de las importaciones de carbones.

 

– Actualmente hay millones de toneladas de carbón apiladas en los parques de las centrales térmicas y otra cantidad muy considerable almacenada en lugares dispersos y en ningún modo habilitados para tan fin.

 

 

– Como es bien conocido, más de un 75% de las emisiones totales de CO2 en Asturias de los últimos años provinieron de la generación de electricidad y calor con carbón en las térmicas asturianas.

 

– Las llamadas tecnologías de combustión limpias, con captura y secuestro de CO2, aun suponiendo que algún día tengan viabilidad económica, no llegarán a tiempo de contribuir a la reducción de emisiones y retraerán cuantiosos recursos que son necesarios para desarrollar energías limpias o renovables.

 

 

 

– IMPACTO A LA POBLACIÓN.

 

La distancia es fundamental en cuanto incide sobre la problemática acústica generada por la actividad, exacerbada por la poca distancia respecto a las poblaciones y por las condiciones favorables de propagación hacia éstas. En este tipo de proyectos, y más si cabe en este caso concreto donde se van usar explosivos, donde no se ha hecho un estudio completo y detallado de acústica ambiental y geológico que determine el impacto de las vibraciones en las poblaciones cercanas, es preciso un plan de control acústico en todas las fases del proyecto, con una adecuada planificación de los muestreos en las poblaciones mas cercanas de Valle, Tablao y Lindes, que no se ha hecho.

 

También es preciso conocer la afección que les puede suponer el aumento de tráfico de los vehículos pesados en la red de carreteras AS-230 y en su conservación y siniestralidad, cosa que no se hace. A pesar de lo que dice el estudio, la presencia de 8 camiones con viajes continuos supone un aumento significativo en una carretera con escaso tráfico.

 

 

– IMPACTO A LA ATMÓSFERA.

 

Esta actividad origina, por una parte, nubes de partículas de polvo debido principalmente a los movimientos del material. Los destinatarios de este impacto serán las personas, animales, plantas y los ecosistemas acuáticos superficiales.

– En las operaciones de vertido de todo tipo de materiales se realizará un seguimiento de las condiciones de calidad atmosférica, asegurándose el cumplimiento de los niveles de emisión, mediante la limitación de la altura de vertido y la disposición de sistemas de riego para la humectación de los materiales. No se concretan estos.

– El acopio de materiales debe hacerse siempre con protecciones laterales que eviten la acción del viento; se debe disponer de un sistema de riego de aquéllos para evitar las emisiones difusas. No se concreta cómo se va a acopiar.

– Los niveles de emisión de ruido derivados del régimen de funcionamiento continuo de la actividad se limitarán de manera tal que los niveles de inmisión en el límite de la zona minera se ajusten a las previsiones del Decreto 99/85, del Principado de Asturias. En todo caso se cumplirán los valores límite de inmisión aplicables a infraestructuras y actividades, así como los objetivos de calidad acústica para áreas urbanizadas existentes que se señalan en el R.D. 1367/2007, de 19 de octubre, por el que se desarrolla la Ley 37/2003, de 17 de noviembre, del Ruido, en lo referente a zonificación acústica, objetivos de calidad y emisiones acústicas. Las cifras de las que se hablan no son muy rigurosas, en cuanto que los compresores y generadores generan un ruido continuo, que en una zona de alta montaña va a resultar especialmente audible.

 

 

– IMPACTO SOBRE LA AGUAS.

 

– Las dos balsas de decantación, además de estar en serie, tienen que permitir que una de ellas se pueda limpiar mientras se usa la otra, y tienen que estar cerradas para evitar la caída de animales.

 

– Los lodos de estas balsas tienen que llevarse a un vertedero adecuado y aislado.

 

– A fin de evitar la intrusión de contaminantes en los acuíferos subyacentes, los vertidos líquidos procedentes de las labores de mantenimiento de la maquinaria de la explotación serán recogidos y enviados a los centros de tratamiento autorizados.

– A la finalización de la explotación y antes de la clausura y abandono de la misma será necesario, en el marco de la restauración general de la zona explotada, hacer desaparecer las balsas de decantación.

 

– IMPACTO SOBRE EL SUELO.

 

Está claro que la actividad minera conlleva el aprovechamiento de un recurso minero, por lo cual se reduce la presencia de este, al no tratarse de un bien renovable.

 

Está prevista la apertura de tres bocaminas para la explotación de las Capas Julita, Rosario, y 3ª. Así, se abrirán dos bocas en la capa Julita, una correspondiente a la galería base a cota 1.225 m y otra a la galería de cabeza, a cota 1.355 m; y una boca en la Capa Rosario, a 1.350 m.

 

Además, la empresa sigue pidiendo el acceso a la explotación, que se realizará desde “El Alto de la Cobertoria”, de cota 1.179,32 m., por lo que será necesario realizar un tramo de pista de nueva construcción de unos 2.240 m. hasta enlazar en cota 1.156,13 con la pista que atraviesa la concesión y se dirige hacia el poblado de “Valle”. Se recorren por la pista unos 800 m. hasta llegar a la cota 1.175,20 m. En este punto se abandona la misma y se toma a la izquierda la antigua pista de acceso a las “bocaminas” de las Capas 1ª, cota 1.171,90 m. y a la Capa Julita, cota 1.225,20 m., que distan del citado cruce unos 500 y 700 m., respectivamente.

 

También se prevén 5 escombreras en los emboquilles, cuyo impacto en una zona de alto valor natural se debería valorar.

 

– Los residuos peligrosos se depositarán en una construcción impermeabilizada resguardada de la lluvia, protegida contra los accidentes de vehículos, hasta que se lleven a gestores autorizados.

– Los depósitos de combustibles y sustancias oleaginosas, se almacenarán en superficie impermeabilizadas y resguardadas de la lluvia, protegidas contra los accidentes de vehículos y donde haya un cubeto de seguridad para evitar desparrames en caso de fugas.

 

– IMPACTO SOBRE EL ENTORNO NATURAL .

La ejecución de las obras proyectadas y la explotación minera supone la realización de una serie de acciones que afectan negativamente a la fauna y flora existentes en su entorno, de forma que no podemos compartir su valoración como compatible. Y más en este caso, que afecta por proximidad a dos espacios protegidos: el Parque Natural de Las Ubiñas – La Mesa y al paisaje Protegido de la Sierra del Aramo.

– Como se reconoce ahora, están en la zona varias aves protegidas, como son Halcón peregrino (Falco peregrinus), Alimoche (Neophron percnopterus) y Águila real (Aquila chrysaetos), que se verán fuertemente afectadas por las voladuras y el tránsito de vehículos por sus zonas de campeo.

 

La zona de actuación se encuentra dentro del área de distribución potencial, aquella que por sus características naturales y estado de conservación reúne condiciones como hábitat con posibilidades para ser ocupado por el urogallo y ha contado con la presencia de ejemplares hasta hace cinco años, así como en las zonas intermedias de conexión entre distintos núcleos poblacionales de la especie. Es evidente que si se pone en marcha la explotación no va a ser posible la recuperación de la especie en la zona.

 

 

– También hay que tener en cuenta el impacto que va a suponer para las especies vegetales como el acebo, presente en la zona, que se verá afectada por las nuevas pistas, escombrera, etc… Se va a afectar a 205 ejemplares.

 

– Es un hecho que la creación de nuevos viales abre una vía de entrada de actividades humanas en el medio natural, actividades que resultan lesivas para la conservación del entorno, tanto desde un punto de vista paisajístico como de afección directa a fauna y flora. Entre otras, las afecciones se relacionan con pérdida de hábitat, pérdida de cobertura vegetal, aumento de furtivismo al favorecer accesos a zonas inicialmente alejadas, etc.

 

– IMPACTO SOBRE EL OSO.

 

 

Por otro lado, destacar el tratamiento inapropiado de las fuentes de información en cuanto a los conocimientos existentes sobre el oso pardo en la Cordillera Cantábrica, y en concreto en la zona en la que se proyecta la obra, al tratar de manera similar, como si tuvieran la misma “calidad”, la información proveniente de noticias, de opiniones de asociaciones de conservación, de documentes técnicos y de publicaciones científicas.

 

En cuanto a diagnósticos de los problemas de conservación del oso pardo, el informe dedica menos de una página (pp: 9-10)

 

Los análisis de proximidad del área del proyecto con los núcleos de reproducción cercanos se limitan a una frase en la página 10 que dice: “Apenas separan 10 km las obras proyectadas de las zonas más próximas de este núcleo reproductor [de Proaza]”. Ningún otro dato a lo largo del informe que evalúe la evolución de esa proximidad a lo largo de los últimos años.

 

Sobre los datos, en la página 10-11 se presentan las “citas de osos recogidas en todo el entorno del área de actuación, tanto las facilitadas por el Servicio de Medio Natural de la Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos del Principado de Asturias como las recopiladas de bibliografía (San Miguel, 2012)”. No se especifica a que periodo de años corresponden, distribución de frecuencia a lo largo de los meses (distribución estacional de los datos de presencia) o si se trata de ejemplares solitarios o no (esto último especialmente relevante). Pero eso sí, se afirma que de “una presencia esporádica de ejemplares, limitada principalmente a machos en dispersión o en periodo de celo, a una presencia continuada de individuos en las diferentes épocas del año”. No se especifica cómo los autores del trabajo han determinado el sexo y propósito de los ejemplares presentes (realmente es muy difícil de determinar, a no ser que se haya dispuesto de herramientas de análisis genético y de radio-tracking, o se haya dispuesto de información en ese sentido; en cuyo caso no se cita ni se detalla).

 

Aún así, este apartado es muy importante porque pone de manifiesto (se observa en la Figura –sin numerar- de la página 12 del informe), aún con la carencias señaladas, que cerca del 50% de las citas mostradas en el mapa están a menos de 5 km del proyecto, un número apreciable de ellas a menos de 2 km, y rodeando al área del proyecto por todas las direcciones.

 

El primer diagnóstico que puede extraerse de la figura es tan evidente que los autores no pueden dejar de afirmar que “Llama especialmente la atención la ocupación del Cordal de Lena, en cuyo extremo norte se ubican las instalaciones objeto de análisis, así como de toda la cabecera del Valle del Huerna y del Monte Valgrande, en el Valle de Pajares” (página 12 del informe).

 

En la página 13 los autores del informe especulan de nuevo sobre: “que la mayor parte de los desplazamientos que se pueden producir en la zona, se deben a movimientos dispersivos de osos juveniles procedentes en su mayoría del cercano núcleo reproductor de Proaza, y más difícilmente del núcleo de Somiedo, así como a desplazamientos de grandes machos adultos durante el periodo de celo “. Esta reiteración en las suposiciones y especulaciones por parte de los autores no tendría mayor relevancia si no fuera porque lo que sin duda pretende semejante redacción es condicionar al lector haciéndole creer que nos encontramos ante procesos biológicos de “segundo orden” o importancia para la especie (dispersión o vagabundeo, entre otras). Eso sí, posteriormente toda una página (página 13) de citas bibliográficas (de poblaciones no cantábricas), km recorridos por machos y hembras, records de movimientos, etc, intentando cubrir de ciencia lo que no es más que producto de la suposiciones.

 

Pero en todo caso, el mapa de citas es especialmente significativo porque da idea de la importancia de la zona para el oso pardo en el contexto de la vertiente norte de la cordillera cantábrica. Los propios autores, afirman que teniendo en cuenta la escasa distancia entre el núcleo de Proaza y el Cordal de Lena, apenas 10 km en línea recta, y dadas las condiciones de hábitat, “la probabilidad de ocupación en un futuro próximo por hembras reproductoras no puede descartarse” (página 14). Esta afirmación es especialmente importante, relevancia que comentamos más adelante.

 

También es especialmente relevante todo lo que se relata a continuación sobre el papel del cordal de Lena en el corredor entre poblaciones de osos. Se adjunta una figura (sin numerar, página 16), y se dice textualmente que “El pasillo septentrional [….] Arranca en Quirós, en las estribaciones de la sierra del Aramo y continua a través del Cordal de Lena, desde el puerto de la Cobertoria, para alcanzar las zonas altas del Valle del Huerna y posteriormente el Monte Valgrande, tras atravesar la autopista del Huerna […]”. Se hace explícito el papel del Cordal de Lena en este corredor (de los 2-3 existentes en la figura de la p. 16)

 

A la vista de lo expuesto hasta aquí por el informe (al margen de algunos detalles comentados antes sobre los datos, periodos y citas de fuentes) es difícil estar en desacuerdo con la conclusión final de este apartado: “A la vista de los datos expuestos anteriormente se ha evidenciado que el Cordal de Lena, y concretamente el entorno inmediato de las instalaciones proyectadas por la explotación Mina Julita se ubica en una zona con presencia habitual de oso, principalmente machos,[aunque esta afirmación sobra porque no se detalla cómo se llaga a semejante conclusión] pero dadas las proximidades del núcleo reproductor de osas con crías de Proaza y la tendencia expansiva del mismo, no se descarta la presencia de hembras a corto plazo. Así mismo, las instalaciones de Mina Julita se ubican en el arranque del corredor interpoblacional cantábrico, concretamente en el pasillo septentrional del mismo que arranca en las inmediaciones del Puerto de la Cobertoria y discurre a lo largo del Cordal de Lena lo que imprime cierto carácter relevante a la zona en cuanto a dispersión de ejemplares se refiere.” (página 17).

 

Sobre las descripción de la calidad del hábitat, dedican los autores una parte importante del trabajo a describir la calidad del hábitat para la especie en el entorno de la obra (página 17; 3.5 SITUACIÓN DEL HÁBITAT EN EL CORDAL DE LENA) y recurren exclusivamente al trabajo de Marquínez et al. (2002), un trabajo interesante, pero es apenas el primer ensayo metodológico sobre el tema en la Cordillera; la estimas no concuerdan con lo observado posteriormente (ver figura de citas de osos).

 

En este sentido, los autores del informe, o la propia autoridad ambiental que aporta las citas de osos para el mismo, han de conocer sin duda otras cartografías de calidad de hábitat más recientes (ver más abajo las referencias completas de Naves et al. 2005 y 2010, además de evaluaciones de afecciones de obras que han sido incorporadas en algunos procedimientos administrativos de evaluaciones de impactos de obras y proyectos sobre el hábitat de osos pardos en Asturias -Parque Eólico de Begega (Belmonte de Miranda), Túnel de Rañadorio (Cangas del Narcea)-, que incluyen modelos de hábitat donde se CUANTIFICAN los impactos de las obras sobre el hábitat del oso pardo, incluyendo el valor negativo de las pistas en cuanto a pérdida de calidad de hábitat.

 

Por último, el informe procede a una valoración de impactos (página 23; 3.6 VALORACIÓN DEL IMPACTOS) donde se afirma prácticamente al inicio del capítulo (página 25) que “El riesgo actual, a corto plazo y a medio plazo de daños directos al oso pardo, como mortalidad asociada a atropellos, mayor presencia de furtivos, mayor presencia de competidores, efecto barrera, etc., y de muchos de los impactos indirectos, como las molestias por la presencia humana, los ruidos, vibraciones, etc., es MEDIO o BAJO, dadas las medidas protectoras y correctoras contempladas, como disminución de la velocidad, accesos restringidos, ausencia de vallados, ausencia de trabajos nocturnos, etc.”

 

Y dice a continuación (página 25) que “La zona no es una zona de cría para la especie y tampoco está considerada como una zona de las de mayor calidad del hábitat, actualmente es una zona de tránsito y presencia no habitual.”. Recordemos lo dicho anteriormente sobre la cualidad de la presencia del oso (pagina 17: “la Mina Julita se ubica en una zona con presencia habitual de oso” y “no se descarta la presencia de hembras a corto plazo”

 

Sin embrago, lo más asombroso del informe, y que lleva a dudar seriamente de la capacidad profesional de los firmantes del mismo, es la pretensión de demostrar que “la introducción de los elementos propuestos [pistas, aparcaderos, bocaminas, etc…] no conllevan una alteración significativa de la fragmentación del territorio” “Para valorar si estas medidas suponen un incremento significativo respecto a las infraestructuras ya existentes se evalúa la red de carreteras en la envolvente de 15 km de la ubicación de la mina” (página 25). Se pretende así comparar la zona de la mina (radio 15 km), con la zona de Proaza (radio de 15 Km) y zona intermedia (radio de 5 km). ¿Porqué un radio de 15 km? ¿Por qué no de 2 km o de 200 km? Además de no tener ninguna validez como comparativa de hábitat, lo que se pretende realmente es algo tan burdo como llegar a afirmar que “la implantación de los nuevos viales y el resto de elementos necesarios para el funcionamiento de la mina suponen un incremento porcentual mínimo respecto la actividad ya existente” (página 33). La pretensión de esta frase es inaceptable, por cuanto supone de trampa abierta. Si la envolvente tuviera un radio de 30 km, por ejemplo, obviamente el incremento PORCENTUAL no sería “del 0,50% respecto a la red existente” (página 28), sino que sería mucho menor. Y si el radio fuera de 200 km, el número de ceros de incremento porcentual ocuparía toda esta línea de texto ¿Que son 2 km de pista (que no es cierto, ya que son 2 + 4 de “acondicionamiento”) en la inmensidad de las infraestructuras asturianas, españolas, europeas o mundiales….?

 

Todo este trabajo de “envolventes” debe rechazarse por erróneo, mal planteado y desafortunado e impropio de unos supuestos profesionales al parecer capacitados (aunque no se detalla su capacitación) para evaluar efectos de obras y proyectos sobre especies amenazadas.

 

La misma pretensión, aunque sin intentar cubrirlo de “metodología científica” impregna la frase sobre el efecto barrera de la obra: “Así mismo, no debería suponer una disminución significativa de la capacidad de dispersión actual del oso pardo, habida cuenta de la existencia de infraestructuras como la autovía del Huerna, con un efecto barrera mucho más significativo” (página 33). Esto es, como hay otra infraestructura con mayor efecto barrera mayor que la que aquí se evalúa, parece no importar apenas, y si se acumula, ni tiene efecto sinérgicos. Sin comentarios.

 

Se concluye (página 33) que: “…Es por ello que las actividades propuestas tienen un impacto que se caracteriza por ser adverso, de acción principalmente indirecta, no acumulativo, temporal, extensivo, irreversible y recuperable, y se evalúa como MODERADO”.

 

La frase anterior causa estupor y asombro (¿cómo puede ser irreversible y recuperable?; ¿cómo pueden ser los impactos adversos y extensivos y al tiempo moderados, todo ello sin dar un solo número sobre cuantificaciones de los efectos en el hábitat?).

 

Pero lo más asombroso es que, a continuación, en la misma página, se diga que “En cualquier caso se recomienda establecer una serie de medidas de mejora sobre el hábitat para compensar la pérdida del mismo ocasionada por la implantación de la actividad minera en la zona, puesto que de lo contrario el impacto acumulativo y sinérgico de todas y cada una de las actividades desarrolladas en el área de distribución del oso pardo pueden contribuir a la merma …” O no es acumulativo o es acumulativo. ¿Pero las dos cosas a la vez?

 

Finalmente, en la página 39 describen las MEDIDAS PROTECTORAS, CORRECTORAS Y COMPENSATORIAS. (Aunque el capítulo se llama así, no hay descrita ninguna medida correctora; sólo se describen protectoras y compensatorias. A todo ello se le dedica menos de 700 palabras y la mitad de ellas dedicadas a hablar de lo que se alimenta el oso).

 

Sobre esto, señalar dos cosas. La primera y MUY IMPORTANTE se dice que si “se constatase la presencia de osas con crías en el entorno de la explotación minera objeto de estudio, y siempre bajo indicación expresa del órgano Ambiental, se podrán establecer periodos de parada biológica, o incluso el abandono definitivo de la actividad” Esto parece una medida muy seria, con fuerte impacto económico y social. Y que no puede dejarse a la arbitrariedad de valoraciones subjetivas. Y más teniendo en cuenta que se afirma en el trabajo que “no se descarta la presencia de hembras a corto plazo”. ¿Bajo qué condiciones y circunstancias se abandonaría la actividad?.

La segunda cuestión a señalar es que no se hace ninguna referencia dentro de las medidas compensatorias al volumen o cantidad de las mismas. Ninguna referencia a la superficie a reforestar o número de árboles, a calendario de la actuación,…En definitiva una mera declaración de intenciones, si es que a la categoría de “intención” llega siquiera.

 

En síntesis:

 

El informe que se comenta en estas alegaciones presenta muy graves deficiencias en cuanto a planteamientos, fuentes de datos no detalladas en cuanto a serie temporal, pero sobre todo, por NO realizar una evaluación CUANTITATIVA de los efectos sobre el hábitat y la población de osos pardos. A este respecto, las administraciones del ámbito cantábrico (y muy especialmente la administración del Principado de Asturias) han promovido, financiado y alentado algunos proyectos que han desarrollado métodos y procedimientos de análisis, incluyendo modelos de hábitat de oso pardo, que han sido utilizados en algunas evaluaciones de obras y proyectos que afectaban al hábitat del oso pardo, evaluaciones CUANTITATIVAS en cuanto a pérdidas netas de hábitat y efectos barrera.

 

La ausencia de evaluaciones cuantitativas en el informe de Mina Julita, la ausencia de referencias a muchos trabajos previos (algunos de los cuales se referencian abajo) que presentan propuestas de métodos para cuantificar los efectos, desautoriza desde un punto de vista técnico y científico el informe que se comenta en esta alegaciones

 

Referencias de trabajos técnicos en poder de la administración del Principado de Asturias, que NO han sido citados ni considerados en el informe de impactos de Mina Julita:

 

Naves J, Fernández-Gil A & García-Manteca P (1994). Evaluación del impacto sobre el oso pardo de una mina a cielo abierto en el valle de Monasterio de Hermo (Cangas del Narcea, Asturias). INDUROT. Universidad de Oviedo. Informe inédito.

 

Naves J & Fernández-Gil A (2005). Caracterización de la calidad del hábitat para el Oso pardo. Estación Biológica de Doñana (CSIC) / Consejería de Medio Ambiente Ordenación del Territorio e Infraestructuras, Principado de Asturias.

 

Naves J, Meyer V, Perotto H, Fernández-Gil A, Quevedo M, Seijas J & Delibes M (2010). Identificación de corredores de comunicación entre las subpoblaciones cantábricas de osos pardos. Propuestas para la gestión. Estación Biológica de Doñana (CSIC) / Consejería de Medio Ambiente Ordenación del Territorio e Infraestructuras, Principado de Asturias.

 

Además, algunos trabajos que han evaluado específicamente el efecto de obras e infraestructuras de transporte, aportando métodos de análisis para cuantificar la pérdida de hábitat y efectos en la demografía de los osos pardos, han sido incluidos en procedimientos administrativos. En algunos casos las evaluaciones han sido incorporadas en las propias Declaraciones de Impacto Ambiental: Parque Eólico de Begega, en Belmonte de Miranda; Túnel del Rañadoiro, en Cangas del Narcea, entre otros en Asturias; en Castilla y León, Fernández-Gil et al. (2001) ha sido utilizado en los expedientes administrativos de varias minas a cielo abierto en Laciana, León, ver abajo referencia). Estos trabajos están disponibles en las administraciones de ámbito cantábrico y han de estarlo para los equipos encargados de evaluar efectos de obras o proyectos sobre el hábitat y la población de osos pardos.

 

 

Fernández-Gil A, Naves J & García E (2001). Evaluación de impacto sobre el oso pardo. Proyectos de explotación de minería a cielo abierto “Las Chabiadas”, “Felisa Estrechas” y “Ladrones” (Villablino, León). ARENA / MSP.

 

 

Por otra lado, algunos ejemplos de los métodos y procedimientos de análisis, incluyendo modelos de hábitat, para evaluar la calidad del oso pardo en la Cordillera Cantábrica, que incluyen métodos para cuantificar los efectos de obras, proyectos e infraestructuras de transporte en el hábitat del oso pardo se han presentado públicamente en congresos nacionales e internacionales:

 

Naves J, García E, Ordiz A, Fernández-Gil A & C. Pollo C (2005a). New problems and

possible improvement for the corridor between two cantabrian brown bear

subpopulations (Nw Spain). 16th International Conference on Bear Research and

Management. International Association for Bear Research and Management. Riva del

Garda, Trentino, Italy.

 

Naves J, Fernández-Gil A & Ordiz, A (2005b). Nuevos problemas y soluciones para el

corredor entre las dos subpoblaciones de osos pardos cantábricos. VII Jornadas

Españolas de Conservación y Estudio de Mamíferos. Sociedad Española para la

Conservación y Estudio de los Mamíferos. Valencia

 

Naves J, Fernández-Gil A & Pollo C (2001). Evaluación del impacto de la mina a cielo abierto de Cerredo (Degaña, Asturias), sobre los osos pardos. V Jornadas de la Sociedad Española de Conservación y Estudio de Mamíferos. 5-8 de diciembre. Vitoria.

 

 

 

– IMPACTO SOBRE EL PAISAJE.

 

En la memoria presentada no se detallan todos los impactos de las nuevas pistas ni la necesidad de una escombrera por los materiales extraídos en la caja, ni el impacto de esta. Hay que recordar que la mina estaría ubicada en un paraje pegado al límite del Parque Natural de Las Ubiñas – La Mesa, situación que no se menciona en la memoria.

 

Es, en todo caso, indispensable prever intervenciones de atenuación y compensación de los eventuales efectos negativos de los proyectos de transformación sobre los espacios, desde el punto de vista del paisaje y el medio ambiente (integración de los dos puntos de vista).

 

 

– ACEPTACIÓN SOCIAL DEL PROYECTO.

 

No se ha realizado el preceptivo trámite de aceptación social del proyecto, que resulta imprescindible de acuerdo con lo establecido en el Convenio sobre el acceso a la información, la participación del público en la toma de decisiones y el acceso a la justicia en materia de medio ambiente, hecho en Aarhus (Dinamarca) el 25 de junio de 1998, y ratificado por España el 15 de diciembre de 2004.

 

Para ello deberán realizarse sondeos en los colectivos afectados vecinos cercanos. Se recomienda el diseño de un procedimiento que facilite las consultas a los afectados sobre los posibles problemas generados por la instalación proyectada. Aunque las poblaciones próximas sean escasas, es preciso demostrar su aceptación.

 

No se debe entender que el apoyo de los grupos municipales sirve como trámite de aceptación, porque el sentir de los vecinos próximos no tiene por qué coincidir con el de los grupos políticos.

 

 

Por todo ello se SOLICITA:

 

 

Que se dé por presentado este escrito, se tengan por formuladas, en tiempo y forma, las alegaciones que constan en el cuerpo del mismo, con la finalidad de que sean tenidas en cuenta en el procedimiento de referencia y especialmente en la resolución del mismo.

 

Que se resuelva la eventual desestimación de todas o alguna de las alegaciones presentadas adecuándose a la obligada motivación prevista en la regulación procedimental que es específica.

 

 

En Avilés a 22 octubre de 2013.

 

 

 

 

Fdo. Fructuoso Pontigo Concha en nombre de la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies