Es necesario, en el legítimo ejercicio de réplica, salir al paso de las afirmaciones vertidas a los medios desde la Consejería de Agroganadería del Principado de Asturias, cuyos responsables califican los hechos denunciados hace unos días por distintas asociaciones ecologistas y animalistas asturianas y con referencia a las visitas privadas que se estaban produciendo en el cercado de lobos de Belmonte, como un acontecimiento meramente puntual y concreto, aseverando asimismo que las únicas personas ajenas a la gestión del cercado que accedieron a su interior e interaccionaron con los lobos fueron el carnicero que abastece de comida a los animales y su hijo. Tal proceder de los responsables públicos no deja de ser una prueba más de sus políticas oscurantistas con respecto a la gestión de la especie Lobo en Asturias, ya que desde los grupos ecologistas se facilitó a diversos responsables de la Consejería de Agroganadería varias fotografías en las que se podían apreciar la presencia en el cercado de al menos tres personas más de las que dicen en su interesada versión. Fotografías que fueron difundidas por sus protagonistas en las redes sociales y en las que se identifican la presencia de dos mujeres y del Guarda Mayor de Somiedo, siendo este último identificado personalmente por el Jefe de Servicio de Caza y Pesca de la Consejería, quien reconoció a una de las asociaciones ecologistas denunciantes que ninguna competencia tenía asignada en el cercado en cuestión, aseverando así mismo este superior jerárquico que se tomarían medidas al respecto.
Las fotografías que acompañan este nuevo comunicado testimonian que la versión de los hechos trasladada desde la Consejería a la opinión pública falta a la verdad en un vano intento de lavar su imagen, y que el resultado de la investigación abierta por los poderes públicos para el esclarecimiento de estos hechos es muy distinto al que se predica.
Con la versión que de los hechos denunciados ha dado la Consejería, ha quedado evidenciada nuevamente la vulneración de los principios de transparencia, buena fe y confianza legítima a cuyo respeto está obligados los poderes públicos, pues las visitas privadas al cercado de Belmonte mediando trato de favor son un hecho que se debe atajar, y es vano el intento de ocultar, cuando no desvirtuar ante la opinión pública, las evidencias de estas irregularidades punibles en la gestión del cercado público.
Suscribimos los siguientes grupos ambientales y animalistas:
Asociación Nacional Animales con Derechos y Libertad-ANADEL
Asociación para la Defensa Jurídica del Medio Ambiente-ULEX
Coordinadora Ecoloxista d’Asturies
Asociación Ultravioleta
Asociación Verdes Asturianos
Asociación Lobo Marley
Grupo de Ornitología Mavea
Instituto para la Calidad y la Educación Ambiental-INSCEAM
SOS Cuideiru
Colectivo Ecologista de Avilés
Para más información tfnos: Laura 679574236