Con los datos obtenidos el pasado año sobre contaminación en partículas PM10 en Oviedo podemos afirmar que sigue siendo un problema en el concejo. Los datos proceden de las 4 estaciones existentes; Palacio de los Deportes, Plaza de Toros, Parque Purificación Tomás y Trubia.
En cuanto a medias anuales tenemos 3 estaciones que aumentan sus medias Parque Purifiación (aumento 11%), Trubia (aumento 10%) y Plaza de Toros (aumento 1%) y un descenso en la estación de Palacio de Deportes ( 3%) con respecto a 2010. Reseñar que en el caso de Palacio de Deportes y Plaza de Toros las medias anuales están cercanas al valor límite de 40 µg/m3 establecido por el Real Decreto 102/2011. En Palacio de Deportes no se cumple el valor límite diario de protección a la salud establecido por esta misma norma, que prevé un límite de 35 superaciones al año del valor de 50 µg/m3: se producen 71 superaciones, más del doble de lo admisible.
Es significativo que todas las estaciones superan el valor de 20 µg/m3 como máximo de promedio anual, recomendado por la Organización Mundial de la Salud: 24 µg/m3 en Trubia, 27,2 µg/m3 en Purificación Tomás , 35,9 µg/m3 en Plaza de Toros y 38,2 µg/m3 en Palacio de Deportes. Estos datos[1] ponen de manifiesto que la contaminación en partículas PM10 sigue siendo un problema preocupante, lejos de la complacencia y el desentendimento que muestran nuestras autoridades municipales y del Principado.
La contaminación en partículas PM10 está asociada a la aparición y el agravamiento de múltiples patologías. Las partículas pueden entrar en el sistema respiratorio, llegando y adosándose en los alvéolos, impidiendo un intercambio adecuado de oxígeno entre los pulmones y la sangre, más grave aún es el daño que causarían partículas de menor tamaño que las PM10, serían las PM2,5 (las que atraviesan un tamiz de 2,5 micras), capaces de adentrarse aún más profundamente en el sistema respiratorio[2] y de las que el Principado de Asturias no ofrece datos públicos disponibles, aunque se sabe que existe una correlación directa entre niveles de contaminación PM10 y los que podría haber de PM2,5[3]. Según la Organización Mundial de la Salud la exposición crónica a las partículas aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, así como de cáncer de pulmón. Asimismo esta organización afirma que la mortalidad en ciudades con niveles elevados de contaminación supera entre un 15% y un 20% la registrada en ciudades limpias[4], de ahí los beneficios de toda índole, incluidos los económicos, que se producen con la inclusión de políticas reductoras de la contaminación.
Las Administraciones competentes, el Principado de Asturias y el Ayuntamiento de Oviedo, deben de asumir sus responsabilidades ante esta situación, derivada de un tráfico excesivo que debería regularse y determinadas industrias con unas instalaciones que no reúnen los requerimientos ambientales adecuados. No es tiempo de buenas declaraciones, es hora de aplicar la normativa de calidad de aire vigente que establece la obligación de elaborar planes de actuación para reducir la contaminación y prevenir y evitar afecciones a la salud de la población.
La OMS estableció en 2005 unos valores límite para partículas PM10, aún más restrictivos que los vigentes en la Unión Europea, en sus Guías de Calidad del Aire. Así mientras España considera un valor límite promedio anual de 40 µg/m3 la OMS lo establece en 20 µg/m3. Queremos terminar con una consideración que se realiza en estas Guías, donde se afirma que “los valores guía proporcionados aquí no pueden proteger plenamente la salud humana, porque en las investigaciones (científicas) no se han identificado los umbrales por debajo de los cuales no se producen efectos adversos (para la salud)”. De ahí la importancia de que de una vez nuestras Administraciones se pongan manos a la obra.
Un cordial saludo.
Coordinadora Ecoloxista d’Asturies
Para más información, tfnos: 629 892 624 (Fruti) – 649 567 915 (Emilio)
[1] En estos datos la Coordinadora Ecoloxista aplica el factor de corrección de 1,2 a las partículas PM10, tal como exigió el Ministerio de Medio Ambiente según estudio realizado por el Instituto Carlos III y de acuerdo a las conclusiones del Grupo de Trabajo de la Comisión Europea sobre partículas atmosféricas en suspensión, al cambiar de medir materia sedimentable a partículas con los mismos equipos. El Principado no aplica este factor desde el año 2006, de manera intencionada para reducir los valores que indican las estaciones de control