Ampliacion mina de la Granda en Degaña.

Para la nueva información publica del nuevo Estudio de Impacto Ambiental presentado por Coto Minero Cantábrico S.A.para la Industria Extractiva de carbón a cielo abierto a denominar “La Granda”, en  Cerredo concejo de Degaña publicado en el Bopa del pasado 24-12-2010.

EXPONE:

El estudio de impacto ambiental (en adelante, EsIA) del proyecto de ampliación de la explotación minera a cielo abierto de Cerredo, proyecto denominado La Granda, carece de concreción suficiente para evaluar cuantitativamente los impactos que la explotación generaría en la zona.

Consejeria de Industria y Empleo

Dirección General de Mineria y Energía

Plaza de España nº 1 – 4º

33007        Oviedo

 

 

 

                                                                                           Avilés, 20-01-2011

 

 

 

 

La Coordinadora Ecoloxista d’Asturies.

 

            Para la nueva información publica del nuevo Estudio de Impacto Ambiental presentado por Coto Minero Cantábrico S.A.para la Industria Extractiva de carbón a cielo abierto a denominar “La Granda”, en  Cerredo concejo de Degaña publicado en el Bopa del pasado 24-12-2010.

 

 

            EXPONE:

 

 

 

 El estudio de impacto ambiental (en adelante, EsIA) del proyecto de ampliación de la explotación minera a cielo abierto de Cerredo, proyecto denominado La Granda, carece de concreción suficiente para evaluar cuantitativamente los impactos que la explotación generaría en la zona.

 

Las carencias del estudio son especialmente graves teniendo en cuenta que este EsIA fue requerido por la administración asturiana de la Resolución de 10 de julio de 2009, la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras ante los graves errores del anterior, por lo  que se formulo el alcance del estudio de impacto ambiental para el proyecto de explotación de carbón a cielo abierto “La Granda”, publicada en el Boletín Oficial del Prin­cipado de Asturias, número 189, de 14 de agosto de 2009,  tras estimar que el primer EsIA presentado no incluía los contenidos mínimos requeridos para evaluar las posibles afecciones de la explotación, tal y como reconoce el presente informe. Este segundo va por el mismo camino que el primero.

 

Se trata de continuar hacia el oeste de la actual explotación a cielo abierto, que ocupa la ladera sur de la Sierra de Degaña. Está entre Cerredo  (a 1500 m al sur) y Monasterio de Hermo (a 2.500 m. al noroeste). La ocupación es de 111 hectáreas, de las que  106,56 hectáreas son de montes de utilidad publica y 4,54 hectáreas de fincas particulares, terrenos todos ellos de alto valor natural.

 

1.- El proyecto descarta la alternativa 0, es decir, la no explotación, sin análisis que lo justifique.

 

El supuesto “interés público” de la nueva explotación merece un primer comentario. La minería, actividad que no resulta rentable económicamente desde hace tiempo, está abocada a su desaparición a corto plazo y dicho final es aún más inevitable, por su innegable coste ambiental, para la minería a cielo abierto. El propio EsIA recoge que la actividad de Coto Minero Cantábrico, la empresa promotora de la explotación, es enormemente dependiente de las subvenciones europeas que, recientemente revisadas, apenas se prolongarán unos años más. Por tanto, justificar por razones de índole social una explotación que se plantea a 15 años, mucho más allá del escenario subvencionado más optimista, resulta injustificable. 

 

Todas estas consideraciones son especialmente graves porque el EsIA no considera la no explotación como alternativa plausible, basado en ese supuesto interés público.

 

El EsIA afirma que la no concesión de esta explotación implicaría que la empresa no podría cumplir con el compromiso de servir carbón a las centrales térmicas. Sorprende este argumento, porque es de conocimiento público que las centrales se ven obligadas a comprar carbón nacional para mantener la minería artificialmente, ya que les resulta más barato importar carbón extranjero y si compran un porcentaje de carbón nacional es únicamente por obligación. De hecho la empresa promotora se ha escudado recientemente en que las centrales no quieren comprar carbón y por tanto no pueden darle salida para iniciar expedientes de regulación de empleo en su plantilla. Este asunto es relevante porque el EsIA indica que la empresa promotora da empleo directo actualmente a más de 500 personas, e indirecto a unas 2000, siendo esta una de las razones por las que descarta un análisis serio de la alternativa 0 (no explotación). Además, fuentes locales indican que actualmente trabajan en las explotaciones 10 veces menos personas que las proclamadas por la empresa promotora.

 

2.- Falta de atención al potencial efecto sinérgico de la nueva explotación y la ya existente.

 

A pesar de que el EsIA reconoce que la proximidad de la explotación actual en Cerredo (ver foto adjunta) debería tenerse en cuenta a la hora de evaluar la afección conjunta con la nueva explotación, el estudio juzga, sin fundamento alguno, que los posibles efectos sinérgicos serán “no significativos” porque “se restaurará” la zona. Aún más grave, se utiliza el hecho que existe una explotación en la actualidad para devaluar la calidad ambiental de la zona objeto de estudio, como se lee en la descripción del área de estudio.

 

3.- Falta de atención específica a las pistas de nueva creación que implica la explotación.

 

Es un hecho que la creación de viales tales como pistas forestales abre una vía de entrada de actividades humanas en el medio natural, actividades que resultan lesivas para la conservación del entorno, tanto desde un punto de vista paisajístico como de afección directa a fauna y flora. Entre otras, las afecciones se relacionan con pérdida de hábitat, pérdida de cobertura vegetal, aumento de furtivismo al favorecer accesos a zonas inicialmente alejadas, etc. Sin embargo, el EsIA no dedica un apartado específico a estas afecciones e incluso es muy vago al describir la anchura o longitud de las pistas que serían necesarias para llevar a cabo la explotación.

 

4.- Pobre inventario faunístico.

 

Llama la atención que tan solo se hayan hecho unas visitas a la zona en octubre de 2010 para realizar el inventario faunístico de una zona de la riqueza de la afectada por este proyecto. De hecho los autores argumentan que han utilizado fundamentalmente bibliografía, pero este uso, a su vez, ha sido muy pobre y sesgado. Existe muchísima más bibliografía que los autores deberían haber consultado y que hubiera evitado errores de bulto en sus interpretaciones.

 

4.1 Pobre evaluación del impacto sobre especies en peligro de extinción

Así, por ejemplo, es enormemente grave que los autores escriban que las formaciones de matorral tales como brezales sean de “nulo interés” para el urogallo cantábrico y que no ofrecen refugio para el oso pardo. La cobertura aportada por estas formaciones es fundamental para conectar zonas boscosas y ofrecer refugio a las aves. Por ejemplo los autores deberían haber consultado y citado el trabajo de Quevedo et al. (2006) en el que se menciona la importancia del matorral como fuente de comida, refugio y hábitat de conexión entre manchas de bosque. La cobertura vegetal y muy especialmente de matorral, por su densidad, es un elemento básico del hábitat de muchas especies, y el oso pardo tampoco es una excepción (Suring et al. 2006, Nellemann et al. 2007, entre otras muchas), no sólo por su capacidad de ofrecer refugio y conexión entre manchas forestales sino porque, en general, las zonas poco accesibles al hombre son de gran importancia para la conservación de especies como el oso pardo (Naves et al. 2003). Tanto para el caso del urogallo como del oso no se ha utilizado bien la bibliografía, puesto que hay muchísima más información científica y técnica disponible y que viene al caso que la citada en el EsIA, lo cual es una falta grave del mismo porque el EsIA debe utilizar toda la información disponible, como determina la ley reguladora de los EsIA. Es muy pobre, y clarificador sobre la escasa calidad del EsIA, que buena parte de la poca bibliografía utilizada parta de páginas web y de revistas de divulgación de ámbito reducido, sin apenas haber utilizado fuentes formales de información científica. Tal y como se recoge en el anexo VI, que recoge respuestas a consultas previas, el EsIA debería hacer un estudio específico sobre urogallos y osos y es por tanto especialmente grave que no se haya utilizado toda la información disponible, muy especialmente cuando esta carencia genera conclusiones tan equivocadas como que las formaciones de brezal no son de interés para estas especies.

Tanto para urogallo como para oso pardo el EsIA incluye dos modelos de hábitat ad hoc que no son explicados ni fundamentados. Aún reconociendo el EsIA que el área de explotación linda con un área crítica de oso y que cinco cantaderos de urogallo, ocupados en 2005-2007 como el EsIA señala, están muy próximos (cuatro de ellos a menos de 500 metros), el EsIA se desmarca señalando que las posibles afecciones serían “no significativas”, sin argumento alguno que así lo certifique y diciendo de nuevo, lamentablemente, que “los brezales no presentan interés alguno para el urogallo cantábrico”.

Los autores del EsIA señalan que la mayor parte de la vegetación del área de explotación está ocupada por brezales (y señalan de hecho que son hábitat de interés 4030 y 4090), pero sorprendentemente restan importancia a este elemento tan importante del hábitat. En el anexo X (sobre la afección a urogallos y osos), señalan que las formaciones arboladas han sido sustituidas por sus etapas de regresión en forma de brezales y matorrales, debido a acciones antrópicas. La interpretación es errónea, el proceso es inverso. Los incendios forestales generaron la pérdida de cobertura forestal y precisamente el brezal es uno de los estadíos de recuperación de la vegetación, y no de su degradación.

 

5.- Falta de profundidad en el análisis de afecciones sobre la red Natura 2000.

 

El EsIA señala que la ejecución del proyecto no afectaría a la integridad y coherencia de la red Natura 2000, a pesar de reconocer, como no puede ser de otra manera, que la zona linda con la reserva de la Biosfera, LIC y ZEPA de Fuentes del Narcea y del Alto Sil. A pesar de reconocer la existencia de hábitats de interés 4030 y 4090, el EsIA afirma, anexo IV, que no existirá afección sobre hábitats y especies de flora de interés comunitario. Es curioso, además, que no se otorgue la importancia debida a la sinergia con la explotación actual adyacente y que sin embargo se minimice la posible afección de la nueva explotación sobre la fauna por la existencia de “hábitat de reemplazo” en sus alrededores. Es por tanto una interpretación sesgada, muy tendenciosa.

 

6.- Vaguedad en el planteamiento de medidas para mitigar impactos y/o corregirlos.

 

El plan de vigilancia ambiental, así como las posibles medidas protectoras y/o correctoras no parecen estar suficientemente detalladas, ni se explica la metodología que permitiría su ejecución.

 


7- Contesto del sector minero.

 

 

 

·         Que en el momento en que presentamos estas alegaciones  la participación del carbón en el mix energético nacional para la generación de electricidad  en el ultimo ejercicio ha bajado aún mas  según los datos de Reed Electrica y es anecdotica menos del 2%.

 

·         Que actualmente hay millones de toneladas de carbón apiladas en los parques de las centrales térmicas y otra cantidad muy considerable almacenada en lugares dispersos y en ningún modo habilitados para tan fin. Este carbón, que en parte ha sido adquirido por la empresa pública HUNOSA, está ocasionando graves daños ambientales como ya hemos denunciado en varias ocasiones. Las intensas lluvias de los meses pasados ocasionaron importantes arrastres a los cauces de los ríos porque los espacios y las condiciones de apilamiento son totalmente improvisados y no cumplen las exigencias requeridas por la normativa vigente. 

 

·         Que, como es bien conocido, más de un 75% de las emisiones totales de CO2 en Asturias de los ultimos años provinieron de la generación de electricidad y calor con carbón en las termicas asturianas.

 

·         Que las llamadas tecnologías de combustión limpias, con captura y secuestro de CO2, aun suponiendo que algún día tengan viabilidad económica, no llegarán a tiempo de contribuir a la reducción de emisiones y retraerán cuantiosos recursos que son necesarios para desarrollar energías limpias o renovables.

 

·         Que la producción anual anunciada para la nueva mina subterránea duplica la cantidad recogida en el contrato de suministro para Coto Minero Cantábrico es incuestionable que no  se necesita la explotación a cielo abierto. 

 

·         Y que en este contexto regional y global, no se entendería una autorización administrativa al proyecto que nos ocupa.

 

 

 

En virtud de los argumentos planteados y que señalan algunas de las carencias del EsIA sobre la explotación minera a cielo abierto de La Granda, en Cerredo, se SOLICITA:

 

 

La anulación del proyecto porque no contempla adecuadamente los impactos previsibles sobre flora y fauna, no se atiende al efecto sinérgico con la explotación adyacente existente, ni se justifica con argumentos veraces la necesidad de llevarse a cabo en un escenario actual en el que la minería está abocada a su fin. El impacto de la minería a cielo abierto es muy claro hoy día y no parece razonable conceder más explotaciones de este estilo.

 

 

 

 

Fdo. Fructuoso Pontigo Concha por la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies

 

 

Bibliografía citada

 

Naves, J., Wiegand, T., Revilla, E., Delibes, M., 2003. Endangered species constrained by natural and human factors: the case of brown bears in northern Spain. Conservation Biology 17:1276–1289.

 

Nellemann, C., Støen, O-G., Kindberg, J., Swenson, J.E., Vistnes, I., Ericsson, G., Katajisto, J., Kaltenborne, B.P., Martin, J., Ordiz, A., 2007. Terrain use by an expanding brown bear population in relation to age, recreational resorts and human settlements. Biological Conservation 138, 157–165.

 

Quevedo, M., Bañuelos, M.J., Sáez, O., Obeso, J.R., 2006. Habitat selection by Cantabrian capercaillie at the edge of the species distribution. Wildlife Biology 12, 267-276.

 

Suring, H., Farley, S., Hilderbrand, G., Goldstein, M., Howlin, S., Erickson, W., 2006. Patterns of landscape use by female brown bears on the Kenai Peninsula, Alaska. Journal of Wildlife Management 70, 1580–1587.