Entendemos que la posibilidad de obtener unos rápidos beneficios los ojos de algunos brillen, sobre todo entre aquellos que por arte de magia y de la especulación se encuentran con que sus terrenos están dentro de una zona urbanizable o en sus inmediaciones, con la buena fortuna añadida de
Entendemos que la posibilidad de obtener unos rápidos beneficios los ojos de algunos brillen, sobre todo entre aquellos que por arte de magia y de la especulación se encuentran con que sus terrenos están dentro de una zona urbanizable o en sus inmediaciones, con la buena fortuna añadida de que el PGOU de Gozón lleva un considerable retraso, injustificado, lo que facilita la introducción de nuevas consideraciones a la hora de ordenar este territorio inmediato que puede resultar muy lucrativo para aquellos que hayan dispuesto de una información previa y privilegiada.
Entendemos que aprovechando la última Ley del Suelo, que convierte prácticamente todo terreno en edificable, se lleven a cabo desafueros sin límite. Pero esta presunta edificabilidad ha de cumplir el requisito esencial de servir al bien público y al interés social (Artículo 4.Fines de la actividad urbanística. Decreto Legislativo 1/2004, de 22 de abril). Es decir, toda actuación que ejerza una violencia sobre la propiedad privada (las Juntas de Compensación pueden formarse con los propietarios del 50% de los terrenos afectados y actuar expropiando al otro 50% si estos no estuviesen interesados en dicha actuación), como es la expropiación forzosa a aquellos que valoran más la conservación de los bienes que sustentaron, a lo largo de generaciones, a su comunidad antes que la posible conversión en valor pecuniario y por tanto fungible y cuya rápida depreciación hace que se disipe como la pésima inversión que es.
Pretender que la inversión en campos de golf es un revulsivo para la población de Gozón u otro lugar y un incentivo económico para la zona afectada es, además de una falacia, el auténtico timo del “tocomocho”. España tenía a julio del 2005, 360 campos de golf funcionando o en ejecución que rondarán los quinientos, considerando una media de 10-15 campos por provincia, a estas alturas y cuyos potenciales usuarios son un 6 por mil de la población española y unos teóricos 500000 visitantes foráneos: