La contaminación de la térmica de Aboño sigue siendo un desafío.
Tras analizar la Evaluación de Impacto Ambiental Simplificada del proyecto de conversión en el grupo 2 de la central térmica de Aboño, la Coordinadora Ecoloxista ha presentado alegaciones denunciando el grado de contaminación ambiental que aún producirá la instalación termoeléctrica.
El camino de la transición justa hacia energías limpias está empedrado de contradicciones. Así sucede con la térmica de Aboño, donde EDP tiene prevista una planta de hidrógeno verde, “un proyecto realista de transformación de nuestras centrales térmicas con el firme propósito de liderar la transición energética de una manera justa e inclusiva, sin dejar a nadie atrás”, en palabras de Rafael Cabañeros, director de proyectos de H2 España. No obstante, la propuesta de EDP contempla mantener la central alimentada por gas natural de importación. Con esta medida seguiríamos lejos de la descarbonización y de cumplir los objetivos para paliar la emergencia climática.
Uno de los impactos ambientales de una central de gas de ciclo combinado son las emisiones de gases contaminantes. Si bien es cierto que las emisiones por kilovatio/hora producidas son menores que en una térmica de carbón, se seguirán produciendo dos tipos de emisiones muy significativas: de CO2 y de óxidos de nitrógeno.
El estudio de la Evaluación de Impacto Ambiental Simplificada es insuficiente. Consideramos que carece de rigor a la hora de abordar el problema de los contaminantes, sobre todo, en las zonas de Carreño y Gijón, donde la contaminación por óxidos de nitrógeno ya es excesiva. Asimismo, nos parecen insuficientes los objetivos para los vertidos a la ría de Aboño, altamente contaminada. Solo se reconoce una reducción del 29% de la carga térmica del vertido de refrigeración a la ría. Es preciso que la refrigeración con agua marina no genere un gran salto térmico, como sucede ahora mismo en la actual térmica.
Coordinadora Ecoloxista d’Asturies
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