Hemos vuelto a reclamar al Principado que se evite las fugas del cancerígeno benceno que se están produciendo en el desmantelamiento de las baterías de coque de Avilés, que está disparando la contaminación en la zona.
Con la purga de circuitos, el vaciamiento de depósitos y conductos se están soltando grandes cantidades contaminantes al aire, que no se controlan.
De acuerdo a los datos oficiales que facilita el Gobierno de Asturias sobre contaminación atmosférica y calidad del aire en su web, como es preceptivo según la Directiva 2008/50/CE y el R.D 102/2011 de las estaciones del Principado, por que los datos de las estaciones público-privadas no las facilita en continuo.
Se llegó a alcanzar en la estación de Llaranes un pico de 34 µg/m3 de este peligroso contaminante.
Hay que recordar que en las guías que publica la Organización Mundial de la Salud, el valor de referencia para el benceno en media anual es 0, es decir que no hay ningún valor por debajo del cual no pueda haber problemas para la salud humana. La propia Comisión Europea recomienda el mismo valor, mientras que la tolerante normativa española sitúa su valor límite en 5 µg/m3 de media anual.
El benceno es un compuesto orgánico potencialmente carcinogénico que, tras ser inhalado y después de exposiciones prolongadas, puede ocasionar graves efectos sobre la salud humana, ya que afecta al sistema nervioso central y a la normal producción de células sanguíneas, puede deteriorar el sistema inmunitario y dañar el material genético celular, lo que a su vez puede originar determinados tipos de cáncer (leucemia) así como malformaciones congénitas.
De acuerdo al Informe Epidemiológico realizado por la consejería de Sanidad del Principado de Asturias y presentado el año 2018, los picos de contaminación atmosférica disparan los ingresos hospitalarios en Asturias por enfermedades respiratorias. El Principado en su coladero del nuevo protocolo de la contaminación no ha regulado ni el cancerígeno benceno ni los picos de contaminación de ningún contaminante, a pesar de que los investigadores y médicos reconocen la gravedad que suponen estos picos.
Colectivo Ecologista de Avilés
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