A pesar de los anuncios del Principado el cancerígeno benceno sigue disparado en Oviedo (09/03/17)

NOTA DE PRENSA

Ayer el Principado salía en los medios anunciando el final de la contaminación del cancerígeno benceno en Oviedo por las medidas urgente que habían tomado las empresas de Trubia después de décadas contaminando y ellos permitiéndolo, vaya casualidad hoy a la una de la mañana vuelve alcanzarse otro record de contaminación de benceno con un pico  de 81 µg/m3 de valor horario en la estación de Trubia.

 

En lo que lleva la estación puesta la media anual fue  de 9 µg/m3 con mucha diferencia el peor valor de España. Hay que recordar que el valor de referencia anual en las guías de la Organización Mundial de la Salud (OMS) esta 1,7 µg/m3 de media anual, la tolerante  normativa española está en 5 µg/m3  de media anual para este peligroso contaminante.

 

Hay que recordar que la propia normativa prevé la paralización de la producción industrial que es la responsable de esta contaminación que el Principado viene encubriendo y que afecta notablemente a los vecinos del entorno.

 

  La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) ha determinado que el benceno es un carcinógeno para los humanos, y puede causar varias formas de cáncer debido a una exposición prolongada. De acuerdo con la IARC, el benceno es con frecuencia considerado como la "madre de todos los carcinógenos," dado que un gran número de carcinógenos tienen estructuras que incluyen anillos de benceno. Diversos estudios de  personas expuestas a altos niveles de benceno muestran su asociación con el cáncer de la sangre (leucemia); incluyendo leucemia aguda mielógena, leucemia aguda linfocítica, y leucemia crónica mielógena. Leucemias relacionadas con el benceno se han reportado como enfermedades que se desarrollan en un tiempo tan breve como nueve meses, y puede permanecer latente tanto tiempo como 25 años después de la exposición inicial.

 

La exposición a una pequeña cantidad de benceno puede causar desórdenes temporales del sistema nervioso, depresión del sistema inmunológico y anemia. Una breve exposición afecta inclusive la piel, ojos e irritación del tracto respiratorio, dolor de cabeza, irritación del estómago, somnolencia y mareo. Los altos niveles a la exposición pueden dar como resultado la aceleración de los latidos del corazón, hemorragias excesivas, temblores, vómitos, pérdida de la consciencia y muerte. El benceno puede causar efectos dañinos en la médula de los huesos, y puede causar un decremento en las células rojas de la sangre conduciendo a la mielofibrosis y el síndrome mielodisplástico.

 

Está claro que el Gobierno de Asturias  tiene que asumir sus responsabilidades y trabajar para que se reduzca estos niveles elevados de contaminantes que lleva años ocultando por el impacto que supone para sus vecinos y desarrollar sin demora un plan de mejora de calidad del aire para Oviedo.

 

 

  Coordinadora Ecoloxista d’Asturies

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