No podemos permitir que la planta de purines de Navia se convierta en una planta de tratamiento de cualquier residuo (02/03/2022)

NOTA DE PRENSA

Hemos presentado alegaciones a la revisión de la Autorización Ambiental Integrada de la instalación industrial Planta de tratamiento y depuración de purines de vacuno y aprovechamiento energético de biogás generado. El titular de la instalación es Biogastur Generación Navia, S. L., en el término municipal de Navia.

Desde la Coordinadora Ecoloxista venimos reclamando desde hace años que se resuelva el problema de las emisiones difusas, es decir, los olores y vertidos de la planta a la atmósfera que han denunciado los vecinos del entorno. Por ello, promovemos que se aproveche la oportunidad de la revisión de la Autorización Ambiental Integrada para realizar los cambios necesarios al respecto, estableciéndose como condición exigida para la renovación.

La planta de purines de Navia se anunciaba como una opción para tratar el grave problema del vertido descontrolado de los purines en el Occidente asturiano. Tras numerosos problemas que llevaron a la empresa a reajustar sus objetivos, reinició su actividad (por tercera vez) con las mismas instalaciones, pero diferente cometido, convirtiéndose en una gestora de residuos diversos. El problema es que, esta condición, dista mucho de lo tramitado y anunciado a la población de la zona. Fue diseñada para resolver el problema de los purines ganaderos concretamente 386.900 toneladas al año de 25.500 de residuos vegetales , que era su objetivo principal, y no para articularse como una planta de tratamiento de residuos de la industria alimentaria como los que solicitan que suponen otras 334.000 toneladas de residuos diversos a tratar.

Intentamos transmitir -y denunciar- la idea de que no es válido convertir una planta de tratamiento de purines en otra cosa, en este caso, en una planta de tratamiento de otros vertidos porque los procesos no son los mismos. Las necesidades de las instalaciones, el coste de la inversión, el mantenimiento del sistema, el impacto en la zona, etc, son diferentes, aquí se pretende tratar por cada tonelada de purines, una de residuos . Nos preocupa profundamente el escaso control que demuestra el Principado al tolerar que las empresas hagan lo que les venga en gana con los residuos. Esa falta de eficacia y sensatez a la hora de permitir los daños ambientales, pues sucede que el digestato (el material que queda después de la digestión anaeróbica de una materia prima biodegradable) se quemará, en su mayor parte, en la papelera, con su correspondiente impacto en la contaminación del aire que todos respiramos.

E igual de grave es el problema que generarán las aguas residuales en el tratamiento de tantos residuos en una instalación con un sistema depurador de membranas inadecuado. Los vertidos, con su alta concentración de nitrógeno y partículas sólidas en suspensión, se expulsará al mar vía emisario con el impacto que eso supone para el entorno a medio y largo plazo.

Por otra parte, es necesario monitorizar periódicamente las emisiones de olores en vista de la contaminación odorífera que generó durante su funcionamiento anterior. Los malos olores que invaden un ambiente siempre provocan una mala convivencia en el entorno; un problema que acaban pagando las poblaciones vecinas.

En la suma de problemas, también debemos mencionar que no hay garantías del correcto funcionamiento del sistema de depresión en todas las zonas de descarga, así como la existencia del biofiltro. Entendemos que este es un requisito indispensable para la puesta en marcha de la instalación con garantías reales para evitar los malos olores.

Finalmente, en la revisión se menciona que la parte sólida de la separación de los purines se aplicará al campo. Siendo así, deben incluir al menos un balance de la concentración de nitrógeno orgánico en la fase sólida para evaluar si existen suficientes hectáreas de aplicación. Dado que España tiene abiertos varios expedientes por parte de la UE sobre las emisiones de amoníaco y el incumplimiento de la directiva de nitratos, debería incluirse, por un lado, las medidas que se llevarán a cabo para evitar las emisiones de amoníaco y, por otra, un balance de nitrógeno que permitiera evaluar la concentración de ese nutriente de la fase sólida destinada a aplicación agrícola con una evaluación previa de la disponibilidad de suelos para su aplicación.

Coordinadora Ecoloxista d’Asturies

Para más información tfno. 629892624 (Fruti)