Lamentamos la falta de valentía para realizar un cambio de calado en el modelo forestal, más centrado en la biodiversidad y la resiliencia de los montes y la seguridad de las personas ante la grave crisis climática.
Entre otras razones porque las modificaciones introducidas en la Ley básica de montes estatal ya fueron adoptadas por el Principado de Asturias a través de sendas Resoluciones (la de 17 de julio de 2023 de la Consejería de medio Rural y Cohesión Territorial y la de 24 de octubre de 2023 de la Consejería de Fomento, Cooperación Local y Prevención de Incendios).
En estas dos Resoluciones el Principado de Asturias ya regula el uso del fuego, aprueba instrucciones sobre quemas, establece medidas de prevención de incendios en el interfaz urbano-forestal, aprueba los planes anuales de prevención, vigilancia y extinción de incendios, distancias de plantación, el índice de riesgo de incendios, etc.
En definitiva, la no adecuación de la ley de Montes y Ordenación Forestal autonómica a la normativa básica estatal no ha impedido en absoluto desarrollar el contenido de dicha modificación estatal a la lucha contra los incendios en Asturias a través de las resoluciones anteriormente citadas.
Lo único que puede decirse que aporta esta modificación de la ley asturiana sería la tipificación de algunas nuevas infracciones, pero que en ningún caso van a resolver el grave problema de los incendios forestales.