Las entidades conservacionistas representadas en el Comité Consultivo del Plan de Gestión del Lobo en Asturias consideran que la reunión del pasado 22 de marzo ha sido un fracaso al optar por la muerte de 47 ejemplares y la retirada de cuatro camadas de lobo como casi única medida para rebajar los daños en la región, sin evidencias objetivas de poder conseguir los fines perseguidos con semejante medida. Por ello, las entidades conservacionistas han solicitado la retirada del Plan de Actuaciones de 2011 para que se revisen las actuaciones previstas y se adecuen a los datos objetivos que el propio Plan de actuaciones presenta.
Los grupos conservacionistas asturianos solicitamos la retirada del Plan Actuaciones 2011 de control de lobo en Asturias por considerarlo un abuso y carecer de fundamento
Las entidades conservacionistas representadas en el Comité Consultivo del Plan de Gestión del Lobo en Asturias consideran que la reunión del pasado 22 de marzo ha sido un fracaso al optar por la muerte de 47 ejemplares y la retirada de cuatro camadas de lobo como casi única medida para rebajar los daños en la región, sin evidencias objetivas de poder conseguir los fines perseguidos con semejante medida. Por ello, las entidades conservacionistas han solicitado la retirada del Plan de Actuaciones de 2011 para que se revisen las actuaciones previstas y se adecuen a los datos objetivos que el propio Plan de actuaciones presenta.
Por otro lado han solicitado a la Fiscalía de Medio Ambiente que investigue la posible muerte de mas de una decena de lobos a manos de furtivos en la zona central de Asturias en la pasada temporada y han pedido a la administración que, de confirmarse, revise a la baja la previsión de cupos de ejemplares a eliminar por la propia administración en esas zonas.
Los datos no avalan el estado de alarma en que, según los representantes ganaderos, se encuentra el medio rural asturiano. Menos del 10% de las explotaciones ganaderas (incluyendo aquí a las que lo son a título principal y todas las demás) sufren daños de lobo (lo que significa que el 90% no tienen daños), y de los que tienen daños, un 25% por ciento (es decir, una proporción mínima de todas las explotaciones ganaderas) acumulan la inmensa mayoría de los expedientes y de las reses compensadas. En este porcentaje mínimo de explotaciones con daños recurrentes o llamativos hay casos que afectan a ganaderos profesionales, pero sobre todo hay abundante picaresca, fraude o simple negligencia en el manejo del ganado. Por ejemplo, en los datos presentados sobre daños hay varios casos de “ganaderos” que solicitaron y cobraron más de 60 expedientes en un solo año, y varios casos más con 40 y 50 expedientes en una sola “explotación”.
La población de lobo no ha aumentado en los últimos años (desde 2003 se mantiene en torno a 30 grupos) pero los daños y especialmente el número de cabezas afectadas (43% de equino, un tipo de ganado poco o nada proclive a la profesionalidad del sector) sí lo ha hecho. Sin embargo, no hay evidencias, ni en Asturias ni en ningún sitio (incluida la bibliografía científica) que ligue la abundancia de lobos a la abundancia de daños, que sí es muy dependiente del manejo del ganado.
Por otro lado, los episodios de alta “conflictividad” están muy ligados a desenfoque o abierta sobredimensión por los medios de comunicación, o a casos recurrentes de picaresca (como ocurre desde hace años y de forma escandalosa en el noroccidente de Asturias y como reconoce la propia Consejería).
Las otras vías posibles para rebajar los daños o reducir la “conflictividad”, como puede ser promover medidas preventivas, ligar el cobro de compensaciones por daños a manejo responsable de ganado, priorizar los pagos a ganaderos a título principal, trabajar casos concretos de daños recurrentes, perseguir activamente el fraude con la colaboración de los departamentos de agricultura –con competencias decisivas en este tema, no se contemplan o no van a ser apenas desarrollados.
Los grupos conservacionistas representados en el Plan de Gestión quieren mostrar su apoyo a los ganaderos que hacen un manejo responsable (y sobre todo a los profesionales, que son irónicamente los que menos daños tienen). A la vez, lamentan profundamente el deterioro de las herramientas de gestión del lobo en los últimos años, que han caído en una dinámica penosa por la falta de voluntad de la administración responsable y por un cambio de actitud de los propios representantes ganaderos, que han pasado de hacer propuestas constructivas y anunciar compromisos hace unos años, a una actitud victimista y demagógica que en nada favorece ni al sector ganadero ni a la conservación de la naturaleza asturiana.
Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (ASCEL), Asociación Asturiana de Amigos de la Naturaleza (ANA), Coordinadora Ecoloxista d´Asturies, Coordinadora Ornitolóxica d´Asturies (COA), Agrupación de Guardas Rurales del Principado de Asturias, Asociación El Carbayu, , Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica, Asociación para la Defensa Jurídica del Medio Ambiente (ULEX), Asociación Medioambiental la Cirigueña, Colectivo Ecologista de Avilés.
Para más información tfno: 628096447 (Alberto)