NOTA DE PRENSA
El Ayuntamiento de Pravia oculta las denuncias que presentan los vecinos por el ruido del complejo de Linpac, al que ya denunciaron en varias ocasiones en los últimos años por los ruidos que soportan vecinos de Quintana.
Pero al preguntar desde la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies se nos niega tales denuncias, dicen desconocer por los problemas de ruido industrial por lo que preguntamos al consistorio sobre el control de este problema en el concejo.
Los Ayuntamientos dentro de su marco competencial tienen la obligación de controlar los niveles de contaminación que padece la población (lo que incluye no sólo la atmosférica, también la acústica) y de tener expuestos los datos obtenidos para que cualquiera pueda acceder a ellos.
El ruido debe considerarse como un contaminante medio-ambiental de primer orden con efectos nocivos importantes sobre la salud de la población y su calidad de vida. Su ubicuidad y difícil control hace que esté presente en prácticamente todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana y, por tanto, estemos expuestos a sus efectos. Las alteraciones psicológicas, la distorsión del sueño, la pérdida de audición y el riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias son los principales riesgos en adultos. En los niños las alteraciones del sueño, los procesos respiratorios y la dificultad para el aprendizaje y el lenguaje son los principales problemas.
El organismo reacciona de una manera defensiva frente al ruido. Las interconexiones sinápticas de las vías auditivas en el sistema reticular ascendente y en el hipotálamo son la base de uno de nuestros sistemas más básicos de alerta ante el peligro: el ruido. Y la reacción del organismo ante una situación de peligro es poner en marcha toda una cadena de procesos
hormonales y fisiológicos que nos preparan para la huida o la lucha. Las reacciones que se producen son en principio normales, pero se cronifican y convierten en patológicas tras exposiciones suficientemente prolongadas al ruido. Es lo que conocemos por estrés. Aunque existe una adaptación a los niveles sonoros que pueden crear malestar o motivar alerta, la estimulación constante “subsconsciente” de los centro cerebrales de la alerta mantiene y cronifica esta respuesta de estrés anómala.
La estimulación con ruido produce, tanto en animales como en humanos, elevaciones transitorias de la tensión arterial. Con exposiciones continuas a ruidos estas elevaciones se hacen permanentes, siendo un agente a tener en cuenta en la génesis de la HTA. Es, pues, un factor más de riesgo cardiovascular; de hecho se calcula que una persona expuesta a ambientes ruidosos debe ser considerada como 10 años mayor de su edad cronológica a efectos de riesgo de enfermedad coronaria.
Es necesario que el Ayuntamiento de Pravia no oculte los problemas de ruido que puedan generar las empresas de concejo, lo que tiene que hacer es comprobarlo y si lo hay, como denuncian los vecinos, exigir medidas para reducir esa contaminación, que no tienen porque sufrir los vecinos.
Coordinadora Ecoloxista d’Asturies
Para más información tfnos. 629892624 (Fruti)