No se puede permitir el uso del Plumero de la Pampa en Asturias como elemento decorativo (30/08/19)

NOTA DE PRENSA

Hemos exigido al Gobierno de Asturias que se tomen medidas decididas para que se deje de usar como elemento decorativo el Plumero de la Pampa “Cortadeira selloana”, que cada vez se usa más como elemento decorativo en ceremonias, fiestas y celebraciones, a pesar del impacto que supone sus restos con el riesgo de propagación en el entorno, muchas veces en zonas donde no está presente esta planta invasora.

A pesar de ser una especie cuyo uso está prohibido de acuerdo al Real Decreto 630/2013 por el que se regula el Catálogo español de especies exóticas invasoras, que conlleva la prohibición de; su posesión, transporte, tráfico y comercio de ejemplares vivos, de sus restos o propágulos, que pudieran sobrevivir o reproducirse.

Hay numerosas floristerías en Asturias que lo comercializan a pesar de esta prohibición, a pesar del riesgo que supone su uso.

El plumero presenta un carácter invasor y su presencia representa un riesgo potencial para el mantenimiento de zonas naturales. El problema específico causado por estas plantas es la reducción de la diversidad biológica (hábitats y especies) a través de la exclusión de la vegetación nativa: colonizan hábitats abiertos estableciéndose como especie dominante. En terrenos que han sufrido cambios de uso del suelo, la colonización por estas especies provoca el desplazamiento de las autóctonas con la consecuente pérdida de biodiversidad.

 Sus semillas son dispersadas por el viento hasta cerca de 30 Kms. Es una especie dioica, al contrario que la mayoría de las componentes de la familia botánica a la que pertenece, es decir, los sexos están separados existiendo plantas masculinas y plantas femeninas, siendo éstas las que desarrollan los plumeros más llamativos. No es muy exigente en la calidad del suelo, encontrándose cómoda en un pH comprendido entre 6 y 7,5, ni en textura, ni en su contenido en nutrientes, pudiendo colonizar, casi en su totalidad, terrenos baldíos, muy alterados y removidos por grandes obras de infraestructura, donde otras especies encuentran dificultad de asentamiento, haciendo progresar su sistema radicular a más de un metro de profundidad. Toleran ciertos periodos de sequía, soportan temperaturas por debajo de los -15ºC. Por si fuera poco, rebrota con renovados bríos después de un incendio, todo un peligro.

Es necesario que el Principado ponga en marcha todas las medidas necesarias, para evitar la proliferación de los problemas asociados a las especies invasoras, que viene siendo una de las principales causas de pérdida de biodiversidad en Asturias, como ya se ve en muchos de los espacios protegidos asturianos.

 

 

Coordinadora Ecoloxista d’Asturies

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