El Principado potencia el monocultivo de las Plantaciones de Eucaliptos en los montes asturianos, a pesar de su plan Forestal‏

NOTA DE PRENSA

 

 

El Principado ha autorizado el pasado año la plantación de 1.251 nuevas hectáreas de eucalipto. O lo que es lo mismo 286.815 pies de eucaliptos  más en Asturias. Que representan el 96% de todas  las plantaciones realizadas el pasado año, que fueron en total 1.305 hectáreas. Es decir, de eucalipto se autorizó plantar las ya citadas 1.251 hectáreas, y en cambio  de pinos se autorizó plantar  tan solo 39 hectáreas y de arbolado autóctono únicamente 15 hectáreas. Potenciando el monocultivo de este cultivo en los montes asturianos.

 

Esta colonización del eucalipto la permite el Gobierno Asturiano a sabiendas que ya hace tiempo que este cultivo forestal supero la barrera de las 61.338 hectáreas de superficie fijada como límite por el Plan Forestal de Asturias para el año 2060. En concreto en el año 2009 ya se encontraba en  60.311 hectáreas, pero como se siguen plantando cada año más, resulta obvio que ya se superó  con creces el límite fijado por el Plan Forestal. Aún así  ellos siguen y siguen plantando.

 

Es inaceptable que se atienda solamente las presiones ejercidas por la multinacional papelera y los madereros, y que no se tenga en cuenta el marco forestal y los fuertes impactos ambientales que conlleva esta colonización del eucalipto.

 

No se puede tolerar que sea el lobby del eucalipto  quien dicten la política y la planificación forestal de Asturias atendiendo exclusivamente a sus intereses  comerciales, sin tener en cuenta criterios sociales, medio ambientales o de planificación económica general. No se puede tolerar que el Gobierno del Señor Javier Fernández se pliegue a las presiones de este lobby por muy poderoso que sea, ya que por encima de los intereses particulares ha de imperar el interés general. Y  no creemos que el interés general sea el de convertir la costa asturiana en un monocultivo de eucaliptos. 

 

Debemos recordar que el Plan Forestal de Asturias lo redactó el propio Gobierno asturiano del PSOE en el año 2001. Obviamente el Plan Forestal contó con unos estudios técnicos y una evaluación ambiental estratégica, que suponemos serían los que  indicaron las superficies adecuadas para cada  especie sin poner en peligro el ecosistema forestal y buscando el equilibrio entre aprovechamiento económico sostenible y sostenibilidad del medio.

 

Nuestra propuesta es que se mantenga la actual regulación y consiguiente moratoria en las plantaciones de eucaliptos decretada en el año 2009 y se respeten los límites de las superficies establecidas por el Plan Forestal, que fija un máximo de 61.338 hectáreas para el año 2060. Por otra parte se debe impulsar  el aumento de la productividad de las actuales masas de eucaliptos (ahora mismo están a un 50% de su capacidad productividad por falta de cuidados y tratamientos) en vez de por el aumento de la superficie.

 

El eucalipto acidifica el suelo sobre el que se sustenta. Y el suelo asturiano ya tiene de por sí un pH bajo como consecuencia del alto régimen de lluvias, lo cual se agrava aún más en el occidente de la región donde los suelos son silicios. Lo que unido a la gran cantidad de nutrientes que necesita extraer por sus rápidos crecimientos, al tratamiento forestal que se aplica a las plantaciones (herbicidas, talas a matarrasa cada 12 años, etc.) y que ocasionan procesos graves de erosión por las fuertes pendientes de los montes asturianos.

 Tiene efectos sobre el ciclo del agua, el cual no merece mayor comentario, pues de todos son conocidos los grandes volúmenes de agua que necesita para producir en poco tiempo una importante cantidad de biomasa.

 Al ser un gran monocultivo de miles y miles de hectáreas, sin fragmentación de ningún tipo, ha provocado que la rica fauna asturiana antaño allí existente se haya visto incapacitada para adaptarse al nuevo hábitat. Lo mismo se puede decir de las especies vegetales que han ido progresivamente desapareciendo ante la voracidad del eucaliptal.

 Por otro lado, una crisis en el mercado del eucalipto, causada porque el mercado de papel o eucalipto encontrara competidores en el extranjero (nada desdeñable en los actuales tiempos de globalización y volatilidad económica), dejaría toda la región agraria asturiana en una ruina sin precedentes y con una vuelta atrás imposible, pues el efecto de los eucaliptales es en cierto modo irreversible,  compromete el futuro del terreno donde se planta por muchas generaciones ya que su reconversión en otro tipo de bosque o plantación, es de un coste y dificultad muy difíciles de asumir, pues los cultivos de eucalipto son  incompatibles con el paisaje tradicional asturiano, el cual además  se pretende vender para atraer un turismo cada día más exigente.

 Como conclusión constatamos que varias décadas después de ingente obra repobladora “eucaliptal” apenas han mejorado las rentas del campesinado, mientras que con el apoyo de los poderes públicos (declaración de la industria papelera de interés nacional, subvenciones a la investigación de especies de crecimiento rápido, subvenciones a la mecanización, etc.) se beneficiaron los intereses de la industria papelera y de los grandes propietarios particulares. Mientras tanto, el eucaliptal como todo monocultivo nos introduce en una política económica tercermundista de dependencia productiva y explotación del medio.

 

 

Coordinadora Ecoloxista d’Asturies

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