El grave problema ambiental de los purines ganaderos (26/08/19)

NOTA DE PRENSA

El vertido de más de 580.000 litros de purines en Vegadeo al río Eo con la gran contaminación generada, han vuelto a poner de actualidad el grave problema ambiental que supone los vertidos de purines intencionados o accidentales de las grandes explotaciones ganaderas que son un grave problema ambiental como lo están comprobando los vecinos del río Eo estos días.

Desde la Coordinadora Ecoloxista hemos presentado centenares de denuncias por vertidos de purines, hemos denunciado perdidas por filtraciones, hemos denunciado cuadras que vertían sus residuos a los colectores de aguas residuales, hemos recibido centenares de quejas de vecinos hartos de sufrir la contaminación en sus casas por los vertidos de purines en invierno y verano que hartos de denunciarlo a las administraciones y están pasan de todo.

Los vertidos de purines  pueden contaminar el suelo por exceso de nutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio), a su vez a las aguas continentales por sus nitratos, y la atmósfera por sus emisiones de amoniaco, metano y malos olores. Exponen a los colindantes a los efectos perniciosos de los purines que va desde los malos olores e irritaciones producidas por la urea hasta la exposición a las nitrosa minas (potencialmente cancerígenas) pasando por la exposición a agentes patógenos como Salmonella, Brúcela, Mycobacteriumtuberculosos, Leptospira, Yeersinia, Campylobacter, Erysipelothris, Listeria y Treponema entre otros.

Mientras tanto el Principado  como los Ayuntamiento todos estos años ha hecho caso omiso a todas estas denuncias y quejas generadas por los purines, solo la Confederación Hidrográfica sancionaba a unos pocos cuando pillaban al ganadero vertiendo al cauce, en el resto de los casos a pesar de la evidencia del vertido de purín que se echaba a chorro o se vertía en una cuneta, o se tira en una sima, no tenía sanción de nadie, eso que tenemos lagos de purines por gran parte de las zonas ganaderas intensivas.

El problema radica fundamentalmente en las grandes explotaciones ganadera de leche y en los cebaderos, con ganado estabulado y que se le limpia con agua lo que multiplica el volumen de residuos, que se agrava los meses de más temperaturas y este modelo es difícil de gestionar sus residuos, con una norma muy laxa  como la vigente que es una recomendación “El Código de Buenas Prácticas Agrarias” del año 1997 que  se implanta tras las otra Directiva 91/676/CEE relativa a la protección de las aguas contra la contaminación por nitratos, no obliga sino que recomienda, por lo que el ganadero acaba haciendo lo que le da la gana, el que quiere gestiona bien sus residuos y el que no los gestiona mal, porque las administraciones responsables se lo consienten

 Es cierto que los purines  son un buen abono, bien gestionados no son contaminantes, es verdad que tratados concentrados son recurso aprovechable para la obtención de energía mediante la biometanización y después queda un resto estable que en forma de digestato que se puede compostar, como se hace en otros lugares de España y del mundo.Las 3 plantas que hay en Asturias para tratar estos residuos ganaderos (Navia, Tineo, Cabrales) resultan claramente insuficientes, además de que hay un grave problema que retrae a los ganaderos el coste de llevar los purines a las instalaciones. Hay zonas de Asturias como la oriental y central que carecen de estas plantas que puedan tratar de una manera más adecuada los purines para transformarlos en energía y en un residuo más estable y menos contaminante.

Por eso es necesario que el Principado cumpla sus obligaciones y sea más exigente con los ganaderos que no cumplen, que los Ayuntamientos tengan en cuenta cuando dan licencias para nuevas cuadras o ampliaciones de estas el impacto para los vecinos colindantes de estas actividades, sino va ser difícil la convivencia deseada de los ganaderos y sus vecinos.

 

Coordinadora Ecoloxista d’Asturies

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