Comunicado Grupo Cicloturista Tronchacadenas

BICICLETAS PÚBLICAS DE ALQUILER O PRÉSTAMO: UNA INICIATIVA POSITIVA PERO INSUFICIENTE

El proyecto municipal para incorporar más puntos de alquiler público gratuito de bicicletas en el concejo resulta positivo, pero por si sólo resulta insuficiente para impulsar el uso de la bicicleta como sistema de transporte alternativo. Bien pudiera parecer un gesto para la galería a dos meses de las elecciones municipales, sobre todo si consideramos que el Ayuntamiento de Gijón ha promovido un desarrollo urbanoEl proyecto municipal para incorporar más puntos de alquiler público gratuito de bicicletas en el concejo resulta positivo, pero por si sólo resulta insuficiente para impulsar el uso de la bicicleta como sistema de transporte alternativo. Bien pudiera parecer un gesto para la galería a dos meses de las elecciones municipales, sobre todo si consideramos que el Ayuntamiento de Gijón ha promovido un desarrollo urbano que, lejos de fomentar sistemas de desplazamiento alternativos, consolida y refuerza la presencia de los automóviles en las calles, con todo su impacto para la calidad de vida en la ciudad. Resulta lamentable que los/as vecinos/as y las organizaciones sociales conozcamos esta iniciativa por la prensa, sin haber consultado previamente nuestro parecer y haber podido formular nuestras propuestas. Se ha menospreciado la participación ciudadana y la normativa que promueve dicha participación, como el Convenio de Aarhus (vigente en España desde marzo de 2006).

Habrá más bicicletas públicas de alquiler disponibles. Pero las condiciones para el uso de las bicicletas en las calles de Gijón son hostiles para los ciclistas, que ponen en juego su integridad física, ante el peligro que significa un tráfico motorizado de alta velocidad y densidad. El Ayuntamiento no se ha planteado mejorar esta situación ni, parecer ser, realizar tan siquiera una campaña previa de información y de concienciación para el uso, la promoción de la bicicleta y la convivencia pacífica entre los diferentes vehículos dentro de la ciudad, a pesar de que tiene un buen plan Ciclista que hace años contrato a una consultora guardado en los cajones de la Casa Consistorial.

Tampoco existe la mínima infraestructura necesaria para el uso de la bicicleta: no existen los carriles-bici que tantos años vienen demandando los usuarios: el del Muro y el de la zona oeste por la Avenida Juan Carlos I. El Ayuntamiento una vez más quiere comenzar una casa por el tejado.

Además de la infraestructura necesaria, para facilitar la circulación de bicicletas por la ciudad, es indispensable desarrollar campañas de concienciación y de información para promover el uso de la bicicleta a todas las edades: conocer las ventajas de este vehículo en la mejora del tráfico, como medio de transporte que cubre con eficacia las necesidades diarias de desplazamiento, que contribuye a la reducción de los índices de contaminación y de ruido, etc. Y antes de nada es necesaria la participación de los ciudadanos a través de sus organizaciones sociales: vecinos, ecologistas, sindicatos, comerciantes, etc. con el fin de conocer cuáles son sus demandas, las necesidades y los problemas de transporte, posibilitar el aporte de ideas que complementen y enriquezcan las propuestas municipales, etc.

En definitiva, hacer de estas dos ideas: mejorar la calidad del tráfico y caminar hacia la sostenibilidad, un patrimonio común de todos los/as ciudadanos/as y algo querido por todos/as. Sin estos presupuestos tendremos más posibilidades de que iniciativas como las planteadas por este Ayuntamiento puedan ser solo para la galería, finalizando en un fracaso y que acaben abandonándose con el tiempo, bien por falta de usuarios al desconocer este servicio, bien por los inconvenientes ya aludidos u otros que pudieran plantearse.

Puede resultar un gesto para la galería si consideramos que el modelo de desarrollo urbano, impulsado o consentido por este Ayuntamiento en las últimas legislaturas tiende a consolidar y a reforzar el uso masivo del coche, dificultando cada vez más la implantación de sistemas de transporte alternativos y sostenibles. Estas son las razones:

  • La progresiva expansión del suelo urbanizado, a costa de amplios espacios rurales del concejo. Proliferan las viviendas unifamiliares y unidades residenciales de baja densidad cada vez más alejadas del centro, provocando que los nuevos vecinos, privados del acceso al transporte público, no tengan más opción que hacer uso del coche.
  • Ausencia de restricciones al uso del automóvil, favoreciendo altas velocidades de circulación y niveles de ruido, a lo que se añade la construcción de aparcamientos subterráneos en estos últimos años que facilitan la circulación por el centro.

En definitiva, los precedentes de la política municipal en urbanismo y transporte, la inexistencia de la infraestructura necesaria para el uso de la bicicleta en la ciudad, la hegemonía actual del automóvil y el menosprecio de la participación ciudadana, hace que seamos escépticos hacia los resultados de esta iniciativa municipal que podría no ir más allá de lo anecdótico, al no contemplar medidas adicionales para posibilitar que la bicicleta pueda contemplarse como un sistema alternativo de transporte efectivo, atractivo y que estimule a los/as ciudadanos/as para su uso.